Si quieres reducir el riesgo de fracturas, debes empezar por prevenir la osteoporosis. Descubre cómo puedes cuidar tus huesos en la menopausia para que sean fuertes y resistentes.
La sequedad en la menopausia no afecta solo a la mucosa genital: la disminución tanto de los estrógenos como de los andrógenos favorece la aparición en esta etapa del síndrome del ojo seco.
Sofocos, insomnio, sequedad vaginal… Las isoflavonas de soja pueden ser una buena opción para aliviar estos síntomas de la menopausia.
La piel también se resiente con la llegada de la menopausia. El descenso en la producción de colágeno puede afectar a su firmeza y textura, pero hay trucos que puedes minimizan el impacto.
Esto es lo que puedes hacer para evitar soñar de forma intensa todo el tiempo y descansar bien por fin.
Hacer ejercicios sobre un tronco inestable puede ser un buen método para resolver los problemas de suelo pélvico propios de la menopausia.
Con la llegada de la menopausia puede disminuir el deseo sexual, pero hay claves para recuperarlo.
No duele. Ni tiene síntomas. La pérdida de densidad ósea, que afecta al 25% de las mujeres mayores de 50 años, sólo se ve venir cuando hay una fractura. Así puedes prevenirla.
Si te agobian los sofocos, pero no quieres (o no puedes) tomar un tratamiento hormonal, descubre otros remedios naturales que pueden ayudarte a combatir su intensidad
Los cambios en la piel también son un síntoma de la menopausia, pero además de con cosmética, también puedes combatirlos con alimentos que aporten vitamina C, colágeno y antioxidantes.
Si sufres de dolores de cabeza y estás a punto de entrar en la menopausia, atenta: los cambios hormonales pueden jugarte una mala pasada en el inicio de esta etapa.